miércoles, 23 de marzo de 2011

VÍA VERDE ALCOY - RACÓ SANT BONAVENTURA

La vía verde de Alcoy discurre sobre los vestigios del antiguo ferrocarril Alcoi-Alicante, cuyo fin fue el de dar salida a los productos fabriles de esta próspera ciudad. Hoy se presenta como un remanso de paz que atraviesa un bosque mediterráneo en el corazón del Parque Natural del Carrascal de la Font Roja, muy transitada tanto por caminantes, personas a caballo y bicicletas.

DESCRIPCIÓN DE LA EXCURSIÓN.

La ruta la comenzamos en Alcoy, más concretamente en el barrio de Batoi. A este lugar accedemos por la carretera que va desde Bañeres hasta Alcoy. Nada más llegar a esta ciudad, en las primeras construcciones que encontramos a la derecha, dejaremos el vehículo. En este lugar, los domingos ponen un mercadillo, a tener en cuenta a la hora de aparcar el coche.
El km 0 lo situaremos en el Área de Descanso de la Vía Verde Alcoi – La Canal , con paneles informativos, bancos y aparcamientos para bicicletas.



Iniciaremos el recorrido por un bello paraje denominado el Salt, y al poco de empezar la excursión, nos topamos con el primer túnel de unos 153 m. el cual se encuentra perfectamente iluminado. Tras pasar este túnel, nos encontramos con el primer gran viaducto de la línea, el del río Barchell (que en época húmeda tiene de fondo una hermosa cascada).



Después de pararnos a contemplar las vistas desde este puente, llegamos a otro túnel algo más largo que el anterior, de unos 321 m. aproximadamente (igualmente iluminado) que tras atravesarlo, llegamos al imponente viaducto del río Polop, afluente del Serpis (km 1,6). Este viaducto recibe el nombre del Puente de las Siete Lunas (260 m. de longitud y 46 m. de altura), con unas vistas imponentes sobre Alcoi, El Parque Natural de la Font Roja y el Parque Natural de la Sierra de Mariola. Este nombre tiene su origen en que en esta zona, los ojos de los puentes se denominan lunas, siendo siete los arcos de hormigón que soportan el tablero del viaducto.





Desde el principio de este puente, bajan unas escaleras a nuestra derecha que dan a una pista de tierra en la que pueden transitar carros de niños (como era nuestro caso). Seguimos esta pista y en algo más de 1 km, llegamos al Racó de Sant Bonaventura. En ocasiones, esta pista se bifurca, pero no tiene pérdida ya que los caminos privados están claramente señalizados.



En este paraje podemos encontrar varias mesas donde descansar y tomar algún refrigerio. En la zona encontramos un par de puentes de madera que hace que sea más accesible el pasar de un lugar a otro, algún pequeño estanque donde los niños pueden jugar y disfrutar del lugar (los niños no paraban de tirar piedras) y al final del mismo, una cascada bastante bonita (obligado hacerse una foto) y alguna que otra “balsa” donde pudimos ver a gente bañándose en ella.





Después de almorzar y disfrutar de este precioso paraje, iniciamos la vuelta por el mismo lugar por el que habíamos ido.



Este es un paseo idóneo para realizarlo en familia, bastante sencillo y cómodo, ya que nos encontramos con un par de pendientes pero con poco desnivel. Además se puede transitar con carros para niños, ya que la vía verde tiene una zona asfaltada y la pista de tierra está bastante bien. Hay que prestar atención y llevar cuidado al caminar por esta pista de tierra, ya que por ella pasan en ocasiones vehículos.

La verdad es que, si el día acompaña como fue en nuestro caso, podemos pasar un rato agradable en compañía de nuestra familia y amigos en plena naturaleza.

PULSA AQUÍ para ver todas las fotos de la excursión.

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